viernes, 31 de marzo de 2017

Mollejas al Jerez

Para cortar la semana, sin los fuegos del aire libre, pero con el espíritu intacto.


      
Pasar las mollejas por agua caliente, aproximadamente 1 minuto y luego introducirlas en un perol con agua helada.

Quitar la piel de las mollejas, y cortarlas en cubos.

Calentar la manteca en una sartén y comenzar a dorar las mollejas, si sueltan mucho liquido descartarlo para que se puedan secar las mollejas, al cabo de 5 minutos agregar la mitad del jerez, continuar dorando y cuando se consuma el liquido incorporar las cebollas de verdeo cortadas en rodajas de 5 mm, agregar el resto del jerez, al cabo de 5 minutos incorporar los champiñones frescos fileteados.

Agregar a la preparación la crema de leche y estará lista cuando los champiñones estén cocidos.
Acompañar con papas noisettes.

Se puede maridar con un Petit Grigio.


Ingredientes:

Mollejas 1 Kg
cebolla de verdeo 3 u
Jerez 50 cc
Champiñones 200 gms
manteca 50 gms
crema de leche 250 gms
sal c/n
pimienta negra recien molida c/n

El gran mantel
Cuando llamaron a comer
se abalanzaron los tiranos
y sus cocotas pasajeras,
y era hermoso verlas pasar
como avispas de busto grueso
seguidas por aquellos pálidos
y desdichados tigres públicos.

Su oscura ración de pan
comió el campesino en el campo,
estaba solo y era tarde,
estaba rodeado de trigo,
pero no tenía más pan,
se lo comió con dientes duros,
mirándolo con ojos duros.

En la hora azul del almuerzo,
la hora infinita del asado,
el poeta deja su lira,
toma el cuchillo, el tenedor
y pone su vaso en la mesa,
y los pescadores acuden
al breve mar de la sopera.
Las papas ardiendo protestan
entre las lenguas del aceite.
Es de oro el cordero en las brasas
y se desviste la cebolla.
Es triste comer de frac,
es comer en un ataúd,
pero comer en los conventos
es comer ya bajo la tierra.
Comer solos es muy amargo
pero no comer es profundo,
es hueco, es verde, tiene espinas
como una cadena de anzuelos
que cae desde el corazón
y que te clava por adentro.

Tener hambre es como tenazas,
es como muerden los cangrejos,
quema, quema y no tiene fuego:
el hambre es un incendio frío.
Sentémonos pronto a comer
con todos los que no han comido,
pongamos los largos maneles,
la sal en los lagos del mundo,
panaderías planetarias,
mesas con fresas en la nieve,
y un plato como la luna
en donde todos almorcemos.

Por ahora no pido más
que la justicia del almuerzo.
                                                             Pablo Neruda

martes, 28 de marzo de 2017

Humita en chala

Cuando llega la época en que los maizales comienzan a darnos sus frutos carnosos, cuando aun no se ha convertido en maíz, y vemos que las barbas aun claras nos indican que los choclos están en su punto justo para la humita, el alambrado no es impedimento para juntar unas docenas de ellos en una bolsa arpillera, si el campo es de un amigo, mucho mejor, y también se pueden comprar....
Una vez que tenemos los choclos, les quitamos las chalas con cuidado, seleccionando las más grandes y sanas, las reservamos. 
Con paciencia rallamos la docena de choclos, en una olla de barro, o la que tengamos a mano, derretimos la manteca y freímos las cebollas y los pimientos hasta que estén transparentes. 


Agregamos la ralladura de los choclos y salpimentamos. 



Con las chalas que reservamos, las vamos a estirar y formando una cruz, pondremos el relleno en la parte central, agregando un trozo de queso de cabra, y haciendo un paquetito vamos a envolver el relleno, ataremos este paquetito con unos hilos hechos con la misma chala...
En una olla pondremos los marlos de choclos en el fondo formando un colchón, cubrimos con agua a la cual agregaremos unas pizcas de sal, e iremos introduciendo de a uno las humitas en chala. 


En un cuenco de madera, prepararemos una salsita roja con pimentón ahumado y aceite de ajíes picantes (este aceite lo obtengo de macerar durante meses estos ajíes picantes en aceite de oliva)




En este caso acompañamos las humitas en chala con un Malbec de Salta, 
pero lo ideal seria maridarlo con un torrontés de Cafayate, también de Salta.



Ingredientes:

Para la humita

12 choclos tiernos con sus chalas
2 cebollas
1 pimiento rojo
50 grms de manteca
Sal
Pimienta

Para la salsita picante

Pimentón ahumado
Aceite de ajíes


Un fragmento de El Maíz de Gabriela Mistral 

El santo maíz sube
en un ímpetu verde,
y dormido se llena
de tórtolas ardientes.
El secreto maíz
en vaina fresca hierve
y hierve de unos crótalos
y de unos hidromieles.
El dios que lo consuma,
es dios que lo enceguece:
le da forma de ofrenda
por dársela ferviente;
en voladores hálitos
su entrega se disuelve.
Y México se acaba
donde la milpa muere.


lunes, 20 de marzo de 2017

Bife a la criolla

Cuando la noche se presta....

Salio bife a la criolla en el disco de arado....





Y entonces van los ingredientes porque en el video se ve que la preparación es fácil y rápida 

Ingredientes:

1 Kg. de bifes de cuadril de ternera
3 cebollas
1 pimiento rojo
1/2 cabeza de ajo
3 tomates
aceite de oliva
sal 
pimienta

Para leer o escuchar, este poema de Jaime Dávalos que nos recuerda como la sangre corre por nuestras venas....

Mírame amor a los ojos 
Que mi alma sedienta de tu claridad 
Viene del fondo del tiempo 
Siguiendo la estrella que en ellos está. 
Muere anhelando la hondura 
Serena y madura de tu intimidad. 

Cuando te miro a los ojos 
Me ofrece tu boca la entrega total, 
Siento que un río de tigres 
Me cimbra las venas, oscuro y sensual, 
Seca tu piel indefensa 
Igual que la tierra tendida se va. 

Toda el alma mía te quiero entregar 
En una mirada profunda y astral. 
Quemarme en la hoguera de tu corazón 
Y, de sangre en sangre, 
Fecundar la muerte. 
Fecundar la muerte con una canción.

lunes, 6 de marzo de 2017

Improvisando en Barra da Lagoa



No podemos evitar llevar la pasión a donde quiera que vayamos, pero me prohibieron cargar la plancheta ni el disco, en este nuevo viaje a Brasil, entonces resignado, opte por utilizar lo que hubiera en la casa que alquilamos, que por cierto contaba con un parque para enamorarse con plantas de todos tipo, limoneros, guayabos y hasta un banano de jardín florecido que dio marco al fogón improvisado que armamos en los fondos del parque, pero no me quiero adelantar y vayamos por partes.
Como algunos sabrán los brasileros de la zona de Rio Grande, digamos los gauchos, y los catarinenses del estado de Santa Catarina, valga la aclaración, utilizan unos parrilleros con una forma tanto extraña para nosotros los Argentinos, consiste en un pozo donde depositan el carbón y/o leña, y con los famosos espetos, espadas para nosotros, cocinan una mezcla de llama con brazas, lo que le da un gusto particular a la cocción entre asado y ahumado, pero para nosotros es demasiado complicado asar con este procedimiento, más allá de haberlo experimentado en más de una ocasión, no es algo que disfrute, y después de haber cocinado unas brochete de las cuales quedaron algunas fotos para dar testimonio, encontramos, como les contaba al principio, una pila de piedritas resguardadas por sendos adoquines formando, a los ojos entrenados, el lugar ideal para despuntar el vicio e improvisar un fogón, poniéndonos a desmalezar el lugar, quedo conformado lo que seria el punto habitual de reunión la mayoría de las noches, vamos con algunas fotos como para no cansar con tanto palabrerío.


Con el fuego bastante lejos se complicaba la cocción, acomodando las espadas más abajo, pudimos obtener una temperatura más pareja y facilito mucho la tarea.

Dejando de lado este método tan querido por nuestros hermanos, pero el cual debo decir hasta el cansancio, que no hace placentera la cocina, y al haber encontrado ese rincón tan preciado hizo que diera gusto hacerse cargo de los quehaceres culinarios, 


De compras por un vivero de plantas donde adquirí entre otras cosas un autentico limão para plantar acá en Argentina, conocí a un pintoresco personaje de nombre Brasil, quien después de asesorarme con toda la paciencia y predisposición sobre plantas, y comentándole que la intención seria comer una rico asado me recomendó comprar la "costela uruguaia" que vendían enfrente de su vivero o floricultura como lo llaman allá, marchamos al supermercado donde conseguimos que nos cortaran una costilla ancha, generosa, de un costillar que empezó para nosotros...

 Con unos espetos que encontramos en la casa, armamos este asador: 


 Los ladrillos sirvieron para dar altura y en una mezcla de llamas y brasas empezar a asar la famosa "costela uruguaia".

El entorno vegetal daba un marco impresionante, que tal vez no pueda trasmitirse en las palabras y ni aún en las fotos.

Todavía era de día cuando dimos vuelta la costilla al ver que del lado del hueso ya estaba 



Como acompañamiento se nos ocurrió sobre la marcha pinchar unos papines, previo a pintarlos con aceite de girasol, que obviamente llevamos desde Argentina.


Ya entrada la noche, basto con girar de ambos lados para cocinar en forma pareja y 





Era hora de probar, acompañamos con un malbec argentino.
Gustos que uno se da....

Y como siempre me gustaron las canciones de amor y ésta la solía escuchar en portugués....

Poema de amor 



O sol esqueceu-nos ontem sobre a areia,      El sol nos olvidó ayer sobre la arena, 
envolveu-nos o rumor suave do mar,              nos envolvió el rumor suave del mar, 
o teu corpo deu-me calor,                                  t
u cuerpo me dio calor, 
tinha frio.                                                               
tenía frío, 
E alí, na areia,                                                     
y allí, en la arena, 
entre nos dois nasceu este poema,                 
entre los dos nació este poema, 
este pobre poema de amor                               
este pobre poema de amor 
para ti.                                                                   para ti. 
 
Meu sonho em flor                                             
Mi fruto, mi flor, 
na historia do amor                                             
mi historia de amor, 
mais eterno,                                                          mis caricias. 

É humilde, gentil, 
                                                Mi humilde candil, 
é chuva de Abril 
                                                  mi lluvia de abril, 
no inverno. 
                                                           mi avaricia. 

Meu suave amanhã, 
                                          Mi trozo de pan,         
meu velho refrão,                                                 mi viejo refrán,    
dum poeta.                                                            mi poeta. 

A fé que perdí, 
                                                     La fe que perdí,           
meu caminho                                                       mi camino      
e minha estrada.                                                  y mi carreta.            

Meu dôce prazer, 
                                                Mi dulce placer,         
meu sonho de ver                                               mi sueño de ayer, 
a tua imagem, 
                                                     mi equipaje.  

É a brisa a cantar                                                 Mi tibio rincón,     
no sol a brilhar                                                      mi mejor canción, 
na paisagem. 
                                                       mi paisaje.

Meu manancial,                                                    Mi manantial,  
da luz celestial                                                       mi cañaveral, 
é a riqueza 
                                                             mi riqueza. 

Que eu tenho a olhar 
                                           Mi leña, mi hogar,      
meu ninho, meu lar                                               mi techo, mi lar,   
de nobreza.                                                             mi nobleza. 

Sem ti a meu lado 
                                                Mi fuente, mi sed,           
sou um barco parado                                            mi barco, mi red                
na areia,                                                                   y la arena. 

Onde eu te sentí, 
                                                    Donde te sentí      
onde eu te escreví                                                   donde te escribí 
meu poema
                                                              mi poema. 


  Joan Manuel Serrat